Como es bien sabido, las devoluciones de productos son un desastre operativo y financiero para los minoristas tradicionales y las empresas de comercio electrónico.
De acuerdo con el grupo comercial de la industria, la Asociación Nacional de Minoristas
Los minoristas esperan en promedio que los consumidores devuelvan alrededor del 15% de la mercancía comprada durante la temporada navideña de 2023, valorada en $148 mil millones.
Pero a ese desafío de larga duración, viene un problema creciente: las devoluciones fraudulentas.
La NRF dice que más de 100.000 millones de dólares en mercancías se devolvieron de forma fraudulenta en Estados Unidos en 2023, lo que representa el 13,7% del total de mercancías devueltas que recibieron los minoristas el año pasado. Eso fue más del doble del nivel de declaraciones fraudulentas observadas en 2020 (aunque hubo algunos cambios en la metodología de medición de la NRF en el estudio de 2023).
Las devoluciones fraudulentas implican una variedad de estafas, que incluyen el reemplazo de la mercancía contenida en una caja de cartón u otro empaque con otro material, devoluciones con productos falsificados, la devolución de bienes que fueron robados o devoluciones presentadas con recibos falsos.
Los estafadores que devuelven artículos robados sin recibos a menudo reciben tarjetas de regalo de la tienda por el valor de los productos. Así que róbalo, devuélvelo, obtén un crédito de la tienda.
La estafa de devolver un artículo de menor precio con la etiqueta de un producto de mayor precio también sigue siendo frecuente.
De acuerdo con un artículo reciente en el Wall Street Journal, los ladrones se están aprovechando en parte de las políticas de los minoristas, como las devoluciones gratuitas en línea que los minoristas implementaron en los últimos cuatro años más o menos. Esas políticas han llevado a un aumento en la tasa de devolución de mercancías, ya que algunos consumidores que compran ropa hacen pedidos en varios tamaños y colores en línea, solo para devolver todo menos el artículo que desean.
Otro problema: con una enorme acumulación de devoluciones para procesar, especialmente después de las vacaciones, los estafadores obtienen cada vez más dinero en efectivo de sus devoluciones mucho antes de que el minorista encuentre un problema con una devolución, lo que puede demorar semanas.
El informe del Wall Street Journal, por ejemplo, incluye la historia de un procesador de devoluciones de terceros que a veces se lleva una sorpresa cuando se trata de devoluciones para los minoristas: abrir cajas de televisores que están llenas de ladrillos en lugar de televisores recién comprados.
Si a esto le sumamos el creciente nivel de robos en tiendas, que cada vez se cree más que son el resultado del crimen organizado, ser rentable en el comercio minorista es un objetivo difícil de cumplir.
